Pá, todavía tengo aquella carta que me dedicaste un día, hace muuuchoosss años, cuando pensaba que la vida era de otra manera y todavía no me había caído nunca...recuerdo cada una de las palabras que en ella decías y ahora, pasados los años, me doy cuenta de la gran verdad que escribías...
Me has enseñado a levantarme, porque caer, caemos todos, a tener fuerza para hacerlo; a luchar y luchar por lo que creo; a separar lo importante de lo que no lo es y a intentar disfrutar siempre de cada momento; a llorar, si, a llorar, pero si es de risa, mejor y si es de tristeza, que sea solo un minuto; a no tener miedo a decir la verdad, a ponerme la vida por montera y reírme hasta de mi sombra...por todo esto y por todo lo que te queda por enseñarme...gracias papá!!
Un gran cordobés enamorado de su tierra (como debe ser) y de su equipo de fútbol no podía tener una tarta que no fuera esta
Bizcocho de naranja relleno de crema pastelera y ganaché de chocolate negro
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